La socorrida imagen del crisol, tan propia de la tradición estadounidense, ha dejado de parecer un mito en la última evolución del canon literario del país, que empieza a reflejar la apabullante diversidad de su población. Los viejos maestros de la novela del siglo XX han cedido lugar a autores de perfiles distintos, a negros y asiáticos, a latinos y nativos americanos, a homosexuales y trans. De los herederos de Philip Roth a las hijas de Toni Morrison, este sábado ofrecemos una panorámica general de los últimos movimientos en una tradición literaria que, ahora más que nunca, parece contener multitudes, que diría Walt Whitman. Desde Nueva York, Eduardo Lago ofrece un repaso a los nombres más destacados, de Colson Whitehead a Viet Thanh Nguyen, de Siri Hustvedt a Marilynne Robinson, de Ben Lerner a Louise Erdrich y de Ottessa Moshfegh a Carmen Maria Machado. Y, a pocos días de la fiesta del 4 de julio, propone una selección de 20 novelas para la era de Biden, que incluye títulos de nombres tan diversos como Ta-Nehisi Coates, Richard Powers, Joy Williams o Chimamanda Adichie. ¿Una literatura "insular", como le reprochó hace unos años el secretario permanente del premio Nobel, Horace Engdahl? Hay islas peor ventiladas... Además, nuestro reportaje de portada analiza algunas de las tendencias de fondo que influyen en gran parte de la prosa estadounidense: el poderío de las revistas literarias, de The New Yorker y Paris Review a n+1 o McSweeney's, fundada por el escritor Dave Eggers; el impacto de los ubicuos talleres universitarios de creative writing, que propician una innegable uniformización estilística (y un buen puñado de tics pretenciosos), o la influencia creciente de las series de televisión: cada vez más libros parecen haber sido escritos con las letras HBO incrustadas en la cabeza del autor. Palabras clave Mao. Nuestro libro de la semana es Maoísmo. Una historia global (Debate), de Julia Lovell, es un lúcido ensayo histórico sobre la doctrina que analiza tanto su importancia en la China de las últimas décadas como su irradiación en el extranjero, de Pol Pot y Sendero Luminoso a un grafiti de Obey en una calle de un barrio gentrificado de Londres. Ínsula. Una nueva edición del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, que ahora publica Lumen, aborda sus insospechados vínculos con la mística hebrea, a la vez que una novela del mexicano Luis Felipe Fabre, Declaración de las canciones oscuras (Sexto Piso), ha sido urdida con los versos del poeta. En resumen, Fray Juan ha vuelto por San Juan. Retiro. La artista Vivian Suter vive, desde comienzos de los ochenta, en plena selva guatemalteca. Hace una década, el mundo del arte contemporáneo descubrió sus series pictóricas manchadas de barro y terminadas por la lluvia, que fueron celebradas en museos y bienales de medio planeta. El Palacio de Velázquez, en el Retiro madrileño, le dedica ahora su mayor retrospectiva hasta la fecha. Hemos paseado un rato con ella. Edén. Antonio Muñoz Molina reivindica, en su columna semanal, la última obra de José Ángel González Sainz, que ha escrito en La vida pequeña (Anagrama) "un breviario laico, una defensa de un edén modesto", ese lugar cotidiano al que parecía aludir Borges cuando aseguraba que cada día logramos pasar unos instantes en el paraíso. Luz. A ese lugar se refiere también Lorde en su última canción, Solar Power, en la que deja de ser aquella niña gótica y ceniza de otro tiempo, la única habitante de las antípodas que odiaba la playa con todas sus fuerzas, para ponerse el bañador y salir a tostarse bajo el sol. El tema, una de las 10 canciones de junio seleccionadas por nuestros críticos, es una invitación a dejar atrás el letargo pandémico y volver a la vida. Si ella pudo, todos podemos. Esto es todo por hoy. Gracias por leernos. Más Babelia, todo Babelia, aquí. Si te han enviado este correo y te quieres suscribir a la newsletter, puedes hacerlo aquí. |
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