El emperador de los historiadores Por Javier Rodríguez Marcos Un día en Princeton con Peter Brown, el mayor historiador vivo en lengua inglesa. En 1971 un joven profesor irlandés de 36 años formado en Oxford publicó un libro de poco más de 200 páginas que revolucionó la historiografía y se convirtió en uno de los ensayos más influyente en las humanidades de la segunda mitad del siglo XX. Se titulaba El mundo de la Antigüedad tardía (de Marco Aurelio a Mahoma) y desmontaba uno de los mayores clichés de la cultura occidental: lanzado en el siglo XVIII por Edward Gibbon, apoyado por los románticos del grand tour y puesto en technicolor por el Hollywood de los años sesenta: la idea de la "decadencia y caída" del Imperio romano. Según Brown, la supuesta decadencia no fue más que una metamorfosis que desplazó el poder (y el refinamiento cultural) a Bizancio. Tampoco, según demostró, las "invasiones bárbaras" fueron tales sino una especie de "fiebre del oro" que desplazó hacia el rico sur a masas de habitantes del norte de Europa (que entonces era la parte pobre del continente). Taurus acaba de reeditar ese libro clave y por eso nuestra corresponsal en Nueva York, María Antonia Sánchez-Vallejo, ha viajado hasta Princeton, donde aquel treintañero de los setenta ejerce hoy de profesor emérito respetado en todo el mundo por su don de lenguas (lee en 20 idiomas), por la audacia de sus tesis y el rigor de sus argumentos y por la brillantez de su estilo literario. El historiador británico Tom Holland lo resume así en el artículo que le hemos pedido para acompañar la entrevista: Peter Brown es el mejor historiador vivo en lengua inglesa. Premio Nobel con mascarilla. "Leemos tus libros cuando llegan al cielo. / Apenas una mención a nosotros". Esto le dicen a Louise Glück sus padres. Se lo dicen en un poema escrito por ella, titulado 'Visitantes de fuera' e incluido en Noche fiel y virtuosa, el libro que Andrés Catalán acaba de traducirle para la editorial Visor. Los padres se lo dicen así, a través de un poema, porque están muertos. En el mismo texto, ella responde: "Escribo sobre vosotros todo el tiempo/ Todas las veces que digo 'yo', me refiero a vosotros". No alcanzaron a saber que su hija, que tantos libros ha dedicado a la familia, ganó el paño pasado el premio Nobel de literatura. Como no pudo viajar a Estocolmo para recogerlo, se hizo una foto en el jardín de su casa con mascarilla y posando junto a la medalla del galardón. Hoy publicamos esa foto junto a la reseña que Ángel Rupérez dedica a ese nuevo libro. El trap: la revolución que nadie televisó. Hace ya 10 años que comenzaron a surgir artistas que bebían del rap pero no se lo tragaban, lo tenían un tiempo en la boca y lo sacaban convertido en otra cosa. La metáfora es de Xavi Sancho, que nos cuenta sus impresiones sobre Making Flu$, el libro que repasa la última década de música urbana a través de nombres como Yung Beef, La Zowi, C. Tangana o Bad Gyal. Fueron masivos fuera de los circuitos de masas tradicionales, publican sus canciones como fascículos -un disco es casi una enciclopedia- y su sentido de la perfección rima con autotune. Sin complejos. Los mismos que no tienen para hablar de dinero. Como dice la canción de Antón Álvarez Alfaro: "Hago euros caer como si fuera enero. / He 'cambiao' la industria de un país entero". Literal. Recomendaciones con nombre propio: Luis Magrinyà se suma al bicentenario de la muerte de Napoleón con una propuesta particular: analizar el modo en que la literatura del siglo XIX -de Stendhal a Galdós pasando por Tolstói- refleja las invasiones del ejército francés. Para el primero es un difusor de las Luces; para los otros dos, un enemigo del pueblo del que hay que vengarse. Nuestros críticos de teatro, Marcos Ordóñez, Raquel Vidales y Javier Vallejo, comentan, respectivamente, Speer, La casa de los espíritus y Trigo sucio. Paradójicamente, nos dicen, es la última, la de un dramaturgo experimentado como Mamet, la que más defectos tiene. El biopic sui generis del arquitecto de Hitler pasa el examen con notable. La adaptación de la novela de Isabel Allende, con matrícula de honor. José Sacristán, que responde a nuestro cuestionario En Pocas Palabras, es de esos que hace de la necesidad virtud. Por eso les ha visto una ventaja a las mascarillas: la gente tose menos en el teatro. |
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