| Estimado lector: Soy Ana Marcos, redactora de Cultura, y quiero contarte cómo me sumergí en una de las historias más apasionantes de mi carrera: la aparición de un supuesto 'caravaggio' en una casa de subastas de Madrid que iba a ser vendido con un precio de salida de 1.500 euros. No soy una experta en el mundo del arte, pero en este oficio una llamada conduce a otra y en las primeras 48 horas había hablado con el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid, el Museo del Prado, casas de subastas, coleccionistas dispuestos a hacer ofertas millonarias y expertos en Caravaggio que se habían reunido en Madrid atraídos por el descubrimiento. Tal vez la más importante fue a Isabel Mateo, profesora del CSIC, que me dio un dato esencial: ella vio el cuadro en un salón de una casa del barrio de Salamanca de Madrid hace unos 10 años. Encontrar a los dueños de la obra fue mi principal objetivo, sin dejar de lado la reconstrucción de las subtramas de esta novela. Como muchos ya sabéis, los propietarios son la familia Pérez de Castro. Si es el que ha aparecido en Madrid, lo sabremos en próximas entregas. Estoy dispuesta a seguir contando esta historia hasta el último capítulo. Si quieres ayudar a que podamos seguir haciendo investigaciones periodísticas como estas, suscríbete a EL PAÍS y únete con esta oferta especial con un 50% de descuento de 8 meses por 40 €. Gracias por leernos. | |
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